Coeducar...pero si es muy fácil

 Iguales y diferentes
¿Es lo mismo educación mixta que coeducación? Si así fuera, no hubiera sido este uno de los temas más votados en la encuesta que realizamos.
Parece que tenemos claro que para coeducar no basta con agrupar niños y niñas en una misma aula. La idea es, en cambio, garantizarles verdadera igualdad de oportunidades en todo sentido. Esto implica cuestionar todos los estereotipos sexistas, comenzando por revisar cuidadosamente los que tenemos los educadores.
¿Cuántas veces decimos (o pensamos) que una actividad, una actitud, un sentimiento y hasta una materia no es "apropiada" para los chicos de determinado género? O que todos pueden estudiar matemática, pero rinden mejor...los varones. Y que las nenas son "naturalmente" más prolijas, o tranquilas, o lo que sea que el preconcepto les adjudique.
¿Qué pasaría si les ofrecemos la posibilidad de acceder al deporte, a la tecnología, a la ciencia y al arte a todos? Muchachos que lloran, chicas que entienden de motores, ¿son excepciones o demuestran que la sensibilidad y las habilidades pueden desarrollarse en cualquier persona con independencia del género al que pertenezca?
Es cierto que la familia y la sociedad les han dado pautas que ya tienen incorporadas, pero también que podemos ayudarlos a reflexionar sobre sus propias necesidades y posibilidades para modificarlas. ¿Cómo empezar?
Les propongo que vean el video Viejos cuentos, nuevos finales y bajen de la web una guía para trabajar con cuentos.

Hablar de sexo con los chicos es fácil

Solo relajate y escucha

Lo que más nos preocupa, por lo general, es la idea de que tenemos que "explicarle" al chico cómo son las cosas. Nada de eso. Como todo diálogo, este debe empezar por saber qué es lo que nuestro interlocutor sabe y qué es lo que quiere saber. Tradicionalmente, se decía que "no hay que responder nada que el niño no haya preguntado", y también que es importante contestar claramente todo lo que pregunta. Las preguntas son, sin duda, un excelente indicador del nivel de conceptualización, pero, ¿y si no pregunta?

Es posible que, al igual que Matías, ya sepa las respuestas y esté tan condicionado por los prejuicios que circulan en nuestra cultura que prefiera no conocerlas. Los chicos aprenden qué temas son fáciles de la misma manera que aprenden qué alimentos son ricos: las actitudes del adulto se lo muestran con toda claridad. La sexualidad no es un tema fácil en nuestra cultura. Queremos que ellos lo tomen con naturalidad, pero si su mamá (o su maestra) no pueden abordar el tema con soltura, se dan cuenta perfectamente. Si ese es el caso, es preferible explicitarlo. "A mí me cuesta hablar de este tema. Me enseñaron que era algo de lo que no hay que hablar..." Y agregar que no tiene por qué seguir siendo así, que estamos dispuestos/as a responder acerca de todo lo que quieran saber.

Un docente que quiere diagnosticar qué saben sus alumnos sobre sexualidad, y qué quieren aprender, puede usar el buzón de preguntas anónimo, para que los chicos expresen todas sus dudas, sintetizarlas y planificar con el grupo las actividades que lleven a encontrar las respuestas. Si son muy chicos para escribir, puede pedirles que dibujen una nena y un nene cuando se van a bañar (muestra el grado de conocimiento de las diferencias anatómicas entre los sexos). Que cada uno cuente cómo nació, (para conocer las explicaciones circulantes sobre el nacimiento). Que dibujen cómo se imaginan al hermanito en la panza de la mamá, etcétera.

Como en cualquier otra temática, es necesario armar una red de contenidos adecuados al nivel del grupo (nunca enseñamos todo) y estrategias de reconstrucción del conocimiento. Que pueden incluir lectura de libros, visualización de videos, entrevistas a familiares, visita de especialistas, etcétera.

Muy importante: este no es cualquier tema. Involucra la identidad, los afectos...por eso, no se trata de dar una o varias clases de anatomía y fisiología. Se trata de ayudarlos a superar temores, si los tienen, a aceptar sus propias características psicofísicas, a respetar las de sus compañeros, a comprender que el amor es algo esencial en la vida de todo ser humano (tenga o no pareja, siempre necesitamos ser amados y dar amor). Que tienen derecho a querer y a ser queridos y aceptados por los demás. Educación sexual es educación de personas, ni más ni menos.

LAS FAMILIAS

En la escuela

Las maestras son "señoritas" aunque sean casadas. La señorita (cuenta Alicia Fernández en su libro "La sexualidad atrapada de la señorita maestra") puso en el cuaderno una nota que decía: "Señora mamá, el lunes la espero en la reunión de madres"; pero ante la pregunta del chico, respondió que si iba el papá era igual. El papá fue a la reunión. Era el único papá. La señorita se dirigió a las 20 mamás y al único papá diciendo "señores padres". Nadie se asombró, desde la niñez todas sabemos que si a un grupo de nenas se agrega un nene, las chicas pasamos a ser nombradas como "los nenes". Estos son solamente algunos ejemplos de las diversas formas de negar la sexualidad y establecer la superioridad masculina que a diario se reproducen (en forma asexuada, claro) en la escuela.

Cualquier docente de primaria sabe que dar clases sobre la familia no es tan sencillo como pareciera a primera vista. En especial, si uno tiene cierto respeto por los sentimientos e ideas de los chicos. Una forma de abordar el tema puede ser pedir a cada chico que traiga una foto de su familia, o que la dibuje. Los que quieran hacerlo, pueden compartir las imágenes con sus compañeros y presentar a los integrantes de su grupo familiar. Es importante que el docente señale que todas las familias son diferentes, que no muestre ningún modelo como ideal. En algunas, no hay papá, en otras falta la mamá, o tal vez ambos padres. Pero también puede haber varias personas que cumplan estas funciones. Por ejemplo, cuando los padres están separados y conviven con nuevas parejas. O cuando la pareja que cría a los chicos está formada por dos personas del mismo sexo.
Hoy se dio media sanción a la legalización del matrimonio entre homosexuales. Ojalá podamos educar a las nuevas generaciones con menos estereotipos y más tolerancia.

La identidad se construye

Cuando nacemos, los que nos reciben nos ponen nombre. De mujer o de varón, según como interpreten esa pequeña parte del cuerpo del bebé ubicada entre las piernas. Claro, hoy hay ecografías y hasta posibilidad de un estudio genético que muestre si la criatura pertenece a uno u otro sexo cromosomático.
Pero hoy, igual que ayer, lo que lleva a un ser humano a sentirse hombre o mujer, es mucho más que eso. Y resulta innegable que no hay solo dos posibilidades de ser persona, definidas nítidamente por la conducta, sino tantas como personas. Todas las personas son sexuadas, pero es posible hablar de una particular forma de ser sexuado para cada cual. A la que se arriba a partir de la interacción entre el nuevo ser, con su herencia genética y breve historia intrauterina, y el medio en el que se educa. Medio que incluye a quienes cumplan las funciones paternas, con sus características psicosociales, o sea, deseos, actitudes, creencias, afectividad, posibilidades corporales e intelectuales, grupo social de pertenencia, y también a la cultura que es su entorno.
¿Te suena raro?...Pensá si nunca viste a una mujer con ciertos rasgos que tal vez son más frecuentes en un hombre, ya sean físicos o psicológicos. Y que se siente mujer y actua como tal. O a la inversa...
Para poder aceptar estas reflexiones, si te educaron, como a mí, con mucho temor hacia lo diferente, con la idea de que hay personas normales y otras que no lo son, con prejuicios acerca de lo que se puede o no hacer para entrar en esa ambigua categoría de "normal", tenés que repensarlo. Heterosexualidad, homosexualidad, transexualidad, son categorías que pueden cambiar a lo largo de la vida. Ni mejores ni peores formas de vivir, aunque algunas carguen con la bendición del consenso social y otras sean tratadas como parias y obligadas a luchar para sobrevivir con su elección de identidad. Espero tus comentarios. Respeto todas las ideas que sean respetuosas.